Si miras fijamente al centro, sin prestar atención a los corazones, acabarán desapareciendo. Pulsa sobre la imagen para verla mejor.
Aunque se trata de una imagen estática, si miras una y otra espiral alternativamente, parecerán girar. Pulsa sobre la imagen para verla a mayor tamaño.
El cerebro descarta lo que no cambia cuando el entorno varia continuamente. Si miras al punto central, desaparecerán los tres puntos amarillos. Basta con desear ver los puntos (refrescar la percepción) para que reaparezcan milagrosamente.
Al observar una imagen transparente girando, el cerebro recrea la imagen correcta a partir del molde invertido.
El cerebro intenta dar sentido a las imágenes mientras es posible. Cuando aparece una inconsistencia severa, adopta otra interpretación.
De nuevo nuestro cerebro intenta interpretar lo que ve de forma coherente dando lugar a efectos ópticos sorprendentes.
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